“Además de ser adictiva, la mariguana atrofia el conocimiento, incluso más allá de la fase de intoxicación aguda. Su consumo regular durante la adolescencia puede causar una pérdida de coeficiente intelectual significativa y tal vez de por vida. Las tomografías de cerebro de personas que empezaron a consumirla en su juventud muestran un desarrollo neuronal atrofiado, probablemente porque la cannabis interfiere con la maduración normal del cerebro.” —Nora Volkow, MD, Directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas del Instituto Nacional de Salud