Historias verdaderas

Jason Surks

Jason Surks, 19, medicamentos de receta

Yo trabajaba para una agencia comunitaria de prevención de abuso de drogas; mi hijo Jason también. Él conocía los peligros. Creíamos que él no consumía drogas; hablábamos de eso con frecuencia. Yo estaba tan convencida de que no las consumía que se volvió una especie de broma entre nosotros. Cuando él salía de casa el fin de semana, yo solía decirle: “Jason, no te metas drogas.” “Ya sé, mamá”, respondía. “No lo haré.” Pero lo hacía. 

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Efrain Marrero, 19, esteroides

Encontramos a nuestro hijo mayor, Efrain, en nuestra recámara, muerto por un autodisparo en la cabeza. A los 19 años se había convertido en un joven refinado, respetable y cariñoso. Claro, tuvo su buena ración de tropiezos juveniles en el camino, pero respondió bien a nuestras orientaciones. Tenía el más profundo respeto por sus padres y era muy amable de corazón. Adoraba a su hermanito Ethyn y a su hermana menor, Erika. Creció en un hogar sólidamente cristiano y había aceptado su fe.